viernes, 30 de diciembre de 2016

4 mejoras educativas en 2017

En los próximos días, tendremos un nuevo año por delante con nuevas ilusiones, retos y objetivos. Siempre para la entrada de un nuevo año es costumbre iniciarlo con nuevos propósitos y metas. Sin embargo, son muchos los que se suelen quedar a mitad de camino dada la enorme dificultad que conlleva cumplirlos. Un reforzador habitual cuando nos proponemos cualquier objetivo es simplemente finalizarlo. Desde un punto de vista psicológico, acabar algo que comenzamos es uno de los elementos motivacionales más poderosos que existe. Precisamente por lograr una sensación de seguridad y de que somos capaces de lograr algo que nos hemos propuesto.

En este post, quiero hablar de acciones deseadas en el ámbito de la educación para 2017. Sé que son acciones que no dependen de mí pero que, desde mi granito de arena, pretendo que. poco a poco, se vaya acercando a una realidad que suponga una mejora en la calidad educativa. Mis 4 deseos son los siguientes:

  • La formación del docente: Uno de los pilares básicos para la mejora de la calidad educativa pasa por la formación y la excelencia del profesorado. El rol del profesor es considerado como punto principal si queremos mejorar nuestro sistema educativo. Países como Finlandia han apostado siempre por el docente como elemento fundamental en la excelencia educativa. No sólo por la formación en nuevas tecnologías sino, también, por la aplicación de nuevas metodologías pedagógicas que conlleven un papel más activo por parte del alumnado.
  • La apuesta por la Formación Profesional: no tiene sentido ya considerar la alternativa de la   Formación Profesional (FP) como algo negativo o improductivo. Cada vez más, el mercado laboral necesita de estos profesionales para satisfacer sus necesidades. En otro post, ya hablé de las características de la FP y las razones para escogerla como alternativa viable.
  • La motivación por el aprendizaje: puede parecer ambiguo o utópico pero es de vital importancia para los próximos años. Sabemos que el avance tecnológico conllevará la eliminación de muchos puestos de trabajo actuales y la creación de otros que, incluso, aún no conocemos. El mundo avanza tan rápidamente que nos obliga a estar en continua formación en el aprendizaje y de ello sólo se podrán beneficiar aquellos alumnos que demuestren un entusiasmo en el mismo. Nuevamente, el papel del liderazgo por parte del docente es clave en este sentido.
  • Mayor autonomía de los centros: los últimos datos del informe PISA 2015 refleja un índice de autonomía de los centros en España por debajo de la media de la OCDE (mientras en España es del 57,5%, la media de la OCDE es del 71,3%). Ello implica mayor autonomía y responsabilidad en la toma de decisiones del director, los profesores y el consejo escolar. 


Estos son sólo algunos deseos para empezar por la mejora de la calidad educativa y el #cambioeducativo que todos queremos para el nuevo año. Un Pacto de Estado por la Educación que establezca las bases necesarias para una estabilidad y adaptarlo a los retos del siglo XXI.