“Un adulto
creativo es un niño que ha sobrevivido”. Son tantas las frases que podemos
encontrar en la red sobre la creatividad que sería imposible resumirlas todas
en sólo post. En la educación, formación o incluso en los medios de
comunicación se nos destaca la importancia de la creatividad y su valor como
medida para combatir la crisis económica pero, ¿cómo se aprende a ser creativo?
¿Es lo mismo innovación que creatividad? Según Alfonso Alcántara (@yoriento),
creatividad es generar ideas
mientras que innovar es convertir
una idea en una acción o producto. ¿Significa esto que todos podemos ser
creativos y que la innovación está al alcance de todos? Para responder a esta
pregunta, es necesario tener en cuenta una serie de factores.
En primer lugar, la capacidad de crear puede estar al alcance de
cualquiera de nosotr@s. Sin embargo, hay dos elementos que intervienen en su producción:
la actitud y la memoria. Ninguna
persona aprenderá a ser creativo con una actitud
pasiva. Las alternativas son la pasión,
actividad y motivación. Cada persona es capaz de expresar éstas
alternativas a través del establecimiento de proyectos. El término proyecto adquiere una connotación especial
puesto que el sujeto, a través de la fijación de metas, desempeña las acciones
necesarias (búsqueda de soluciones, selección y evaluación) para alcanzarlas.
El otro elemento es la memoria. La
creatividad no surge de la nada, surge del conocimiento. Nuestra memoria es
nuestra capacidad de almacenamiento. Por lo tanto, sin la posibilidad de
analizar contenidos previos no resulta más difícil producir contenidos nuevos,
como afirma JoséAntonio Marina.
En segundo lugar, la creatividad se potencia con los
hábitos. En palabras de Fernando Trías de Bes (@ftriasdebes),
una función
activadora generará buenas
ideas. Éstas prácticas la podemos ver
en entornos empresariales. Google
dedica entre un 15% y 20% de su actividad a impulsar la participación de sus
empleados en la generación de nuevas ideas. Por lo tanto, el contexto también
juega un papel esencial en el desarrollo de la creatividad. Las personas más
creativas tienden a tener una red más amplia y variada de contactos. Ello les
permite comparar múltiples puntos de vista de diferentes campos y aplicarlas a
contextos nuevos. Sin embargo, aplicado en uno mismo, la constancia y la regularidad son
los factores más importantes para el desarrollo de la creatividad. Éstas son,
también, características de las personas más creativas.
Sabemos que la educación del talento no sigue una
línea sino que la concepción del aprendizaje tiene una visión más global y en
ella está incluida la creatividad.