“Actualmente, estamos
formando a niños que desarrollarán trabajos que aún no existen”. Es posible
que hayas leído esta frase en algún otro post o artículo y no estamos lejos
de la realidad. Hace exactamente 10 años, profesiones como Community Manager, Blogger,
o diseñador gráfico no las
encontrábamos en ningún portal de empleo. Su origen es muy simple: el progreso
tecnológico. Y es que no sólo hablamos de ordenadores,
portátiles o móviles sino que el avance tecnológico será tan rápido que
afectará a cosas tan habituales como la ropa u otros dispositivos. Todo ello
permitirá generar cantidades de información que analizarán nuestros movimientos,
rendimiento o progreso. Todo estará conectado a Internet y es lo que se conoce
como el Internet de las cosas.
Ello es sólo una consecuencia del avance tecnológico: dispositivos
conectados a las redes que transmitirán y analizarán información.
Sin embargo, otra de las consecuencias del rápido progreso tecnológico es la aparición
de robots. No me voy muy lejos. La compañía
de robótica francesa Aldebaran Robotics,
(la misma que diseñó el robot humnaoide Nao), creó hace unos
meses ASK NAO, un prototipo de
robot programado para enseñar a niños autistas. Lo que se trata no es sólo de aplicar la tecnología con fines sociales
sino también pedagógicos.
Evidentemente, el avance tecnológico no sólo afecta a
nuestra vida personal sino a diversos ámbitos como el económico, laboral, salud
y, también, educativo. Existen muchos
casos de cómo diversos centros educativos están incorporando nuevas
metodologías pedagógicas basada en la tecnología como el flip classroom (donde los alumnos interactúan en clase junto con sus
compañeros y/o el profesor poniendo en práctica los conocimientos de la
asignatura) o gamification (en la
cual, los alumnos aprenden mediante el juego de determinados contenidos). Son casos fantásticos puesto que no sólo
estamos incorporando la tecnología en el sistema educativo sino que estamos
permitiendo, al mismo tiempo, que los alumnos desarrollen su creatividad.
No obstante, la incorporación de la robótica en las aulas
aún no es tan habitual. Sin embargo, sí que lo vemos más fuera de las aulas
(como el uso de drones). Pero ¿por qué deberíamos usar la robótica cómo método
de enseñanza? Para responder a ésta pregunta, me gustaría señalar 3 aspectos:
- Los alumnos se lo pasan bien: la posibilidad de crear y diseñar es un estímulo para el aprendizaje. Un ejemplo puede ser construir un robot con Lego. Los niños no sólo disfrutan construyendo sus propios diseños sino que ponerlo en práctica y competir con sus compañeros es una forma de pasar un buen rato.
- Fórmula productiva de introducir la programación: una característica común de todos los robots es que están programados para hacer algo: limpiar, jugar, hablar, etc. La programación puede parecer muy abstracto pero observar cómo funciona un robot, lo que hace mal o puede hacer mejor constituye un aprendizaje. Lo que supone un estímulo para aprender ciencia, ingeniería o matemáticas.
- Provee habilidades para el futuro mercado laboral: no sabemos cuáles van a ser los empleos del futuro pero sí podemos preparar y formar a los alumnos para que estén preparados para ello. El desarrollo de habilidades como aprender a aprender, motivación al cambio y/o constancia pueden ser adquiridas durante la infancia y adolescencia.
En definitiva, la robótica puede ser la protagonista del
continuo avance tecnológico. No obstante, ya tenemos una tarea aprendida, las leyes de la robótica escritas por Isaac
Asimov.
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