martes, 31 de julio de 2018

El impacto de las nuevas tecnologías en la educación


El desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha supuesto una innovación en el funcionamiento de diferentes áreas entre las que podemos destacar las producidas en el ámbito educativo. Su progresión ha modificado una manera diferente de adquirir conocimiento ya que el alumnado no necesita tener un profesor delante para ello sino que dispone de una serie de herramientas que le permite hacerlo, incluso, de generarlo y compartirlo. Este cambio de paradigma lo hemos podido ver en las propias aulas donde, en tan solo unos pocos años, diferentes equipos informáticos han quedado obsoletos y sustituidos por sistemas de Gestión de aprendizaje (LMS) y aulas virtuales mediante los cuales se produce un cambio en la interacción entre alumnado y profesorado en las que las variables de espacio y tiempo no están sometidas a cambios.

Debido a esta irrupción en la educación, las TIC constituyen
herramientas útiles para la adquisición y el desarrollo de las competencias anteriormente señaladas. Entre otros ejemplos podemos destacar los e-portfolios, comunidades virtuales y la nube o cloud computing donde se almacenan datos en formato digital. El aspecto común de todas estas herramientas es la posibilidad de crear y participar en nuevos entornos personales de aprendizaje que permitan al alumnado desarrollar distintas competencias clave, “al mismo tiempo que se potencia, en gran medida, la educación a distancia y virtual(Álvarez Cubero y otros,2015).



Con todo ello, el alumnado ha pasado a desempeñar un papel activo en su aprendizaje. Gracias a las TIC, los alumnos disponen de herramientas digitales para generar y adquirir información. Entre dichas herramientas podemos destacar los blogs, wikis o redes sociales los cuales les sirven como herramienta de comunicación con otros usurarios además de que les permite desarrollar otras “competencias clave como son el pensamiento crítico, la autonomía, la iniciativa, el trabajo colaborativo y la responsabilidad individual(Esteve, 2009). 

Con esta nueva situación tenemos, en la actualidad, un contexto particular. Por una parte, nos encontramos con una interacción entre profesorado y alumnado por medios telemáticos posibilitándole, a éste último, gestionar su propio ritmo de aprendizaje fomentando su autonomía. Por otro, los nuevos roles que deben desempeñar tanto profesores como alumnos donde los primeros adquieren más papel como tutor convirtiéndose el seguimiento del alumnado en un elemento transcendental durante su aprendizaje mientras que los segundos pueden desarrollar un papel más activo en sus ritmos de estudio fomentando la cultura colaborativa con otros compañeros y disponiendo de mayor accesibilidad a diferentes recursos didácticos.




miércoles, 13 de junio de 2018

El ministerio de la Formación Profesional

Con la entrada del nuevo gobierno, son muchos los cambios que se han producido en los ministerios del anterior. Uno de ellos es el que afecta al de Educación donde la nueva ministra, Isabel Celaá, ha asumido la cartera. Resulta curioso que el Ministerio de Educación lo sea, también, de Formación Profesional mostrándose, ésta, como un objetivo educativo para los próximos años. Todo ello nos hace reflexionar sobre qué papel jugará la Formación Profesional en el futuro y si, realmente, merece un protagonismo en el panorama educativo.

En primer lugar, hagamos referencia a la trayectoria de Isabel Celaá. La ministra es licenciada en Filología Inglesa, Filosofía y Derecho y catedrática de enseñanza secundaria por las Universidades de Deusto y de Valladolid. En su carrera política, ejercició el cargo de consejera de Educación, Universidades e Investigación en el gobierno del País Vasco, región que podemos considerar como una de las más avanzadas en el territorio nacional de la Formación Profesional. De hecho, hace pocas semanas, Euskadi fue sede de un Congreso Internacional sobre la Formación Profesional en el cual asistieron representantes de más de 140 países y donde uno de sus ponentes, Jorge Arévalo, impartió una charla muy interesante.

La Formación Profesional podría solventar uno de los principales problemas que tiene el país en términos de desempleo que es el paro juvenil. Los últimos datos muestran que más de un millón de jóvenes entre los 16 y los 29 años no estudian ni trabajan (los llamados ninis) además de que existe un 18% de abandono educativo siendo una cifra muy elevada si lo comparamos con la de otros países europeos. Datos que nos llevan a reflexionar sobre el papel que podría desarrollar la Formación Profesional donde existe un vínculo muy estrecho entre los centros educativos y las empresas para la formación del alumnado.


La ministra de Educación y Formación Profesional defiende la "necesidad de dar un impulso a la misma mejorando, incluso, la marca España". Entendemos, con tal afirmación, que la Formación Profesional mejoraría los datos antes mencionados y daría un impulso a nuestro sistema educativo. Además, con la Formación Profesional dual, un alumno es evaluado en la empresa donde desempeñaría las prácticas permitiéndole adquirir un mayor conocimiento en su especialidad al tener un contacto directo con la realidad. Sin duda, una posibilidad para mejorar no solo los datos del desempleo sino, también, la empleabilidad

La apuesta por la Formación Profesional supondría una clara mejora en la calidad formativa de nuestros alumnos traduciéndose en un impulso tanto a nivel social como a nivel laboral que es lo que se persigue con la modalidad dual. Se trata, por lo tanto, de tener un mayor vínculo entre las empresas y los centros educativos cumpliendo uno de los objetivos de la educación, tal y como defiende Serra Fortea, (2011) y es que "la educación tiene explícitamente el objetivo de producir un tipo de individuo que encaje con un contexto social dado".

miércoles, 28 de febrero de 2018

La educación a distancia

¿Qué supone el concepto de educación a distancia y cuáles son sus consecuencias en el momento actual? ¿Realmente implica un cambio en nuestro modelo educativo para los próximos años? La educación a distancia es un término que ha adquirido más y más importancia recientemente. No solamente por los cambios metodológicos y pedagógicos en el aprendizaje sino por las oportunidades que supone para muchos alumnos que no tienen la oportunidad, bien por circunstancias personales o profesionales, de acudir físicamente a un centro de estudios.

En primer lugar, es necesario tener en cuenta la evolución propia de la educación a distancia. Evidentemente, el concepto de educación a distancia proviene del término mismo educación, educar. Etimológicamente, la palabra educar viene del latín (educare) que significa "guiar o conducir" en el conocimiento. Con el nacimiento de la escritura y de la imprenta, puede considerarse el nacimiento de la educación tal y como lo conocemos hoy en día. Sin embargo, a partir del siglo XIX, tras el desarrollo del servicio postal, fué cuando algunos profesores en Europa comenzaron a utilizar estas herramientas para facilitar a los alumnos la realización de los ejercicios que se realizan en clase. Sin embargo, este tipo de técnicas no llegó a funcionar correctamente puesto que faltaban algunos elementos básicos como la evaluación o resolución de dudas.

Más adelante, en la década de los sesenta y setenta, se comenzó a
utilizar recursos multimedia (como radio y la propia televisión) para apoyar los conocimientos que se transmitían desde el aula. Poco a poco, se fué adquiriendo la conciencia de que la educación podría ser algo masivo, es decir, se podría llegar a un mayor número de personas sin la necesidad de una interacción física. A partir de la década de los 80, todo lo anterior fué estabilizándose y, más aún, con el desarrollo de las nuevas tecnologías e internet que introdujo herramientas como campus virtuales permitiendo a los profesores interactuar con alumnos a través de medios digitales.

Todo ello, ha supuesto un cambio y un avance en nuestra sociedad ya que permite que la educación no sea algo limitado sino posible para todas las personas. El propio término de educación está muy relacionado con el de aprendizaje, donde el individuo adquiere un conocimiento por medio de algún recurso o de otra persona siendo una necesidad intrínseca de toda alumno, es decir, el aprendizaje no es algo impuesto sino es un interés que surge del propio individuo, sea por el motivo que sea (conseguir un puesto de trabajo o formarse en un determinado ámbito). Por lo tanto, variables como la motivación están presentes en el aprendizaje a diferencia del concepto de estudiar que se podría concebir como algo impuesto.

Otra de las características que incluye la educación a distancia es la modificación de la interacción entre el alumno y el profesor. Dicha modificación se refiere a algo físico pero no influye en la relación que pueden tener un alumno y un profesor. ¿Cuántas personas se comunican por Whatsapp o correos electrónicos al día con personas que conocen o, incluso, que no conocen? No tiene por qué suponer un impedimento siempre que se perciba como aprendizaje caracterizado, al mismo tiempo, por su flexibilidad y personalización (se puede adaptar a los ritmos de cada individuo).

La educación a distancia lleva años estableciéndose como una opción muy válida para muchas personas que conciben, además, el aprendizaje para toda la vida y no solo para la etapa infantil o adolescente. Tenemos muchos ejemplos en la actualidad (sobre todo de universidades) pero son cada vez más otros centros de formación o educativos los que perciben como algo útil para la sociedad, al mismo tiempo, que una facilidad para las personas. No sabemos cómo puede avanzar en los próximos años ni si sistema educativo se adaptará  a este tipo de enseñanza. Lo que sí sabemos es que el perfil de aprendizaje de muchos alumnos se adaptará progresivamente, más y más, a este tipo de enseñanza.