De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, en los últimos diez años, el número de alumnos matriculados en un ciclo de FP de Grado Medio y de Grado Superior ha aumentado por tres. Quizás la irrupción de las nuevas tecnologías y la tendencia de una población estudiantil cada vez más digital sean las causas de este aumento. No obstante, dichos datos nos reflejan la necesidad de que los docentes posean las competencias necesarias a la hora de trabajar con dicha población estudiantil ya que la tendencia muestra que dicha tendencia irá en aumento.
Para describir dichas competencias, nos apoyaremos en Urdaneta (2008), quien describe una serie de roles que los docentes deben aplicar en la educación a distancia:
- La orientación didáctica para la comprensión y aplicación de los contenidos abordados, la administración y la ayuda de adquisición de hábitos de estudio. Debemos tener en cuenta el rol de cualquier docente aplicado en la enseñanza tradicional. Al tratarse de educación a distancia, docente es responsable de la aplicación y la impartición de contenidos al mismo tiempo que facilita los recursos necesarios para que el alumnado, poco a poco, pueda ir adquiriendo el hábito en el estudio fomentando su autonomía en el aprendizaje
- La evaluación como seguimiento al estudiante. En este punto, adquiere especial importancia el concepto de autonomía.Fomentar la autonomía del alumnado no significa la desvinculación con el mismo sino que el alumnado, paso a paso, vaya responsabilizándose de sus tareas y de su ritmo de trabajo. El seguimiento del mismo constituye una manera de evitar esa desvinculación además de fomentar el compromiso que el alumnado debe adquirir para la realización de sus tareas.
- El soporte motivacional. El abandono o la desvinculación con la formación pueden estar ligados a aspectos motivacionales. Es por ello que el docente, no solo debe dominar los contenidos que imparte sino, muy especialmente, debe constituir un apoyo motivacional al alumnado. Esta acción puede ser una aproximación al coaching que, según Pimentel Gregorio y Rodríguez García (2016), podemos definirlo como “la técnica que emplea el coach, cuya principal herramienta es la conversación, para que se produzca en el coachee una evolución que le permita alcanzar unos objetivos planteados”. La función del docente no debe ser exactamente la de un coach pero aplicando las técnicas del coaching puede servir de estímulo al alumnado como soporte motivacional y, por lo tanto, evitar la aparición de la desmotivación durante el proceso formativo.
Con ello, disponemos de una muestra acerca de las variables que cualquier docente debería disponer en el campo de la educación a distancia. En palabras de Chang (2011), “se trata de que la educación a distancia
sea, verdaderamente, una enseñanza sin distancias”. Así se refleja la importancia clave que desempeñará el docente y de su necesaria figura ante el aumento de la población estudiantil en la educación a distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario