Vivimos años de cambios complejos marcados, entre otras razones, por la evolución tecnológica. Las Revoluciones Industriales Primera y Segunda que tuvo lugar a principios del siglo XIX y principios del siglo XX, respectivamente, provocaron una nueva configuración de un modelo de sociedad que afectó a las áreas económicas, científicas y educativas. Las principales características de este actual cambio son las siguientes: por una parte, una superpoblación mundial que plantea la necesaria distribución de recursos (sabemos que los recursos del planeta son limitados) y, por otra, la conjunción de las tecnologías de la información y de la comunicación (área digital) junto con la apuesta de las energías renovables provocando que trabajos tradicionales hayan dejado de ser básicos.
Los cambios citados anteriormente configuran la realidad del
contexto social-económico en el que nos vamos a tener que desenvolver durante los próximos años. Lejos de reflejar un catastrofismo a la realidad actual y futura, la misma nos ofrece una serie de retos y posibilidades donde cada uno de nosotr@s tiene mucho que aportar. Como refleja en su libro José Antonio Marina, La educación del talento, "la realidad sólo permite responder preguntas, sin embargo, el mundo de las posibilidades genera infinidad de ideas y soluciones". Por lo tanto, la Educación y Formación del individuo a lo largo de su vida va a constituir un elemento clave en nuestra sociedad ya que va a provocar dos efectos: en primer lugar, el individuo se convertirá en protagonista activo de su vida que le llevará a tomar decisiones importantes a lo largo de la misma y, en segundo lugar, su educación y/o formación debe potenciar su creatividad y talento, dentro del escenario en el que nos movemos, para la generación de alternativas y búsqueda de soluciones a los problemas actuales.
Pero el aspecto más importante es no infravalorar jamás el potencial humano y la capacidad de la sociedad para superar los inconvenientes que se plateen en una época determinada. La evolución de nuestro cerebro puede servir de ejemplo. A lo largo de miles de años, el ser humano ha evolucionado a nivel cerebral incorporando nuevas capacidades cognitivas, lingüisticas y sociales. Todo ello fruto de la resolución de problemas y adaptación al medio. Actualmente, la hiperestimulación de las nuevas tecnologías y el uso de dispositivos electrónicos provocan, también, cambios a nivel cerebral. El uso adecuado de los mismos es una oportunidad que podemos generar. Algunos centros ya los usan realizando videoconferencias con alumnos de otros países para practicar el idioma o para que los alumnos creen blogs desarrollando sus habilidades de escritura y creatividad. Está claro que vamos hacia un cambio inevitable pero mejorar es una opción.
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