lunes, 14 de septiembre de 2015

Cualidades de un profesor eficaz

¿Qué significa ser un “gran docente”? ¿Cuáles son las características que debe poseer un profesor del siglo XXI? Para responder a éstas preguntas, podemos recurrir a habilidades básicas como que un profesor debe ser comprensivo con las circunstancias de los alumnos, optimista ante las dificultades actuales (recortes, conflictos, etc) o motivador para impulsar el progreso académico. Nadie duda de la importancia de éstos aspectos. Sin embargo, debemos partir del contexto social en el que nos encontramos y de las necesidades educativas de los próximos años. Vayamos por partes.

Como ya escribí en otro post, el modelo educativo vigente fue
diseñado en el siglo XIX para responder a las necesidades de la Revolución Industrial. Actualmente, estamos experimentando un “cambio de modelo educativo” en el cual existe una transición entre una sociedad industrial a una sociedad creativa e innovadora. En este salto, la incorporación de nuevas metodologías pedagógicas  permite que los alumnos inviertan el tiempo de clase en trabajos más productivos  beneficiando, así, su aprendizaje. De esta forma, pasamos de un alumno pasivo a un alumno activo. Por otra parte, no podemos olvidarnos de las necesidades educativas de los próximos años. Sin duda, éste aspecto está estrechamente relacionado con el contexto social, económico y cultural actual y se traduce en las características que deberá presentar el individuo en la nueva sociedad 3.0. Algunas de estas características son: creatividad, innovación, espíritu crítico, carácter emprendedor, flexibilidad, etc. Es, en este punto, donde el rol del docente es fundamental.

De acuerdo con un estudio sobre las prácticas docentes y rendimiento estudiantil, podemos decir que las 3 características de los profesores más eficaces son:

1) Especialistas en su campo profesional: ello conlleva que, en la transmisión de conocimientos, aparezcan aspectos como la pasión o la motivación. Los profesores que motivan a los alumnos con peores notas, mejoran el rendimiento de todos los demás alumnos de esa asignatura.

2) Suelen trabajar en grupos pequeños para mejorar la productividad en clase. Prácticas como trabajar en grupos reducidos en clase o el uso de las TIC para la realización de diversas actividades, aumenta el rendimiento de los alumnos cuyo aprendizaje pasa a ser más activo.

3) Realizan cursos de formación continua en orientación profesional de los alumnos. La formación continua en la materia que imparten así como el aprendizaje de enseñanzas individualizadas o la adquisición de competencias transversales y orientación profesional permite que los profesores estén más preparados ante las nuevas necesidades educativas.

El rol del profesor es siempre mejorable pero lo más importante es que no podemos obviar la importancia de la práctica del docente en la trayectoria del alumno.

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